Cuando era pequeña y algo me sentaba mal en el estómago, mi padre decía que estaba empachada.
Enseguida me llevaba en casa de una señora muy mayor, llamada Isabel, que me llenaba toda de un aceite que olía muy fuerte, me untaba la barriguita, las piernas, los brazos y procedía a darme una sobada que me estiraba mi piel, y yo que era muy delgada sufría grandemente.
Después Doña Isabel me daba a beber una pócima tan amarga, que me hacía vomitar de inmediato todo, volviéndome del revés. Ella lo llamaba, ¨saldiguera¨ y era el colmo de la amargura, pero pasado un rato, realmente me quitaba el malestar.
Finalmente, sermoneaba a mi padre:
—Reymundo, tu malcrías mucho a esta niña desde que falleció su madre, la dejas comer de todo, y andar por ahí a caballo, así se llena de parásitos.
Hasta hoy cuando alguien en casa se queja de mala digestión, inmediatamente le doy a tomar este remedio, es muy eficaz.
Cómo prepararla:
Sal de higuera (Epsom Salts)
–Mezcla 4 cucharadas en 3 tazas de agua y eche esta mezcla en una botella de cristal.
Esta mezcla es suficiente para 4 porciones de ¾ de taza cada una.
Ponga la botella al sereno durante la noche, por tres días.
La sal de higuera o también llamada sulfato de magnesio, que ha sido utilizado por años como medicina alternativa.
La sal de Epson es un mineral poco conocido que puede solucionar casi cualquier cosa. Este mineral puede ser ingerido o aplicado tópicamente.
Su nombre químico es el sulfato de magnesio, y este remedio natural ofrece muchos beneficios para la salud.
Puedes comprar las famosas sales de Epsom, en herbolarios, así como en farmacias y tiendas de productos naturales. Algunas áreas comerciales del tipo Carrefour por ejemplo también las vende.
Así se curaba el empacho o la mala digestión, cuando yo era niña.