La energía acumulada en objetos nos influye
Era una mañana muy soleada de abril, salí a mi jardín a regar mis plantas, al acercarme a la tapia que separaba mi casa de la de mi amiga y vecina, pude ver que ella estaba sentada en el suelo, recostada su cabeza sobre sus rodillas y sollozaba desconsoladamente.
Rápidamente crucé la puerta que separaba las dos casas y me acerqué a mi amiga Mercedes, se sentía deprimida a causa de estar cansada todo el tiempo, ella sentía que no le daban las fuerzas, la ayudé a levantar y entrar a la casa.
Al cruzar el umbral, quedé algo estremecida, la casa de mi amiga estaba oscura, desordenada y el olor era desagradable, no entendía que pasaba, ella siempre tan ordenada y hacendosa ¿Qué podría haberla transformado así?
Ella me miró y con palabras entrecortadas me contó por lo que estaba pasando.
–¿Recuerdas que hace 15 días falleció mi suegra? Pues me siento así, como apagada, sin deseos de nada, siento como si algo me quitara toda la energía, desde que llegamos de allá, del velatorio en el pueblo donde vivíamos con ella al principio del matrimonio.
Mercy estaba desencajada
Yo la miré asombrada de ver las grandes ojeras, su piel como de un color amarillo verdoso, no parecía la misma, ella era una persona siempre alegre, positiva, muy activa.
Intenté calmarla, haciéndole una tila, al entrar a su cocina la vi abarrotada de cosas…
…Ahh Merci y esa cantidad de objetos y cajas, ¿te vas a mudar y no me habías dicho nada?
–no mija que mudarme ni nada, son las cosas que mi suegra había dejado para nosotros, ni se dónde colocar todo.
Vi que eran cosas antiguas, sobresalía una gran piedra de machacar.
Yo curiosa, comencé a mirar y vi que eran cosas antiguas, sobresalía una gran piedra de machacar.
Al tomarla se me cayó de las manos, casi me estropea un pie, la levanté y la volví a colocar encima de la meseta. Terminé el tilo para mi amiga y lo serví en unas tazas antiguas y muy bellas que estaban sobre el aparador.
Ella al tomar su taza temblaba, parecía tener fiebre, yo me empecé a sentir algo mareada, pensé ¿qué me sucede? Sentía mi cabeza latir fuertemente, y deseos de vomitar, un profundo sentimiento de tristeza y soledad me embargó, de pronto quería salir de allá, irme lo más rápido posible, la tomé de la mano y la invité a ir a mi casa un rato.
Mi amiga estaba casi desvanecida
Al entrar a mi patio, fue raro, el olor de mis gardenias, mis jazmines, la frescura del olor de mi césped recién cortado disiparon todo el malestar.
Ya en mí casa, Mercy estaba casi desvanecida, la tomé del brazo y la llevé a sentarse.
Le dije: —amiga no quiero asustarte, pero algo anda muy mal, nunca te había visto así.
Ella me miró y levantándose me pidió para ir al baño, tenía muchos deseos de vomitar, la acompañé, y la pobre expulsó un liquido oscuro y medio verdoso, la tuve que sostener fuerte, casi se cae.
La llevé al salón y la recosté, le di una taza de té y se quedó dormida, yo aproveché y llamé a la vecina del otro lado de mi casa, Flora una señora de 60 años, muy preparada y conocedora de todo tipo de asuntos.
Flora la miró y me dijo –La veo pálida y muy mal, ¿qué te dijo?
Preocupada le dije: –ahh ¿recuerdas que hace 15 días falleció la suegra? Ella estaba acompañándola desde que enfermó, llegó de allá del pueblito hace unos días, y me comento que ya estaba sintiéndose mal desde antes que ella muriera, casi desde el mismo momento que llegó a su casa, como sin energías, y si vez lo que vomitó.
¿ella trajo cosas de la suegra?
Flora dubitativa, me miró, ella aprecia a Mercy tanto como yo, nos conoce desde que nacimos, me dijo:
–mal, pinta mal el asunto, ¿ella trajo cosas de la suegra?
–si, trajo algunas cosas que la suegra le dejó.
–Alabao, las cosas de los muertos se dejan en el lugar que siempre estuvieron, o se desechan y más si son de una persona como era la señora, ella tenía muy fuerte personalidad.
Doña Flora, ¿Por qué no va conmigo un momento allá y echa una ojeada?
Me miró muy seria, y dijo –vamos allá.
Salimos cerrando la puerta, Mercedes dormía profundamente. Al entrar a la casa, el fuerte olor desagradable hizo que Flora arrugara la nariz.
¿pero qué ha pasado con Mercy?, si ella siempre ha sido tan trabajadora y ordenada…
–No sé, pero algo le está pasando.
Salimos sin tocar nada, me dolía fuertemente la cabeza y de regreso en la casa tuve que tomar un calmante.
Doña flora me dijo que energías oscuras estaban inundando la casa, que habían entrado con los objetos de la suegra de Mercy.
No es bueno que vuelva allá por ahora
Ella, tiene que recuperarse primero; ¿y su esposo donde está?
Ahhh Mercy me dijo que él no regresa todavía del pueblo, está allá arreglando unos papeles de la casa y otros asuntos.
Mucho mejor, si mañana ella se siente bien, vamos allá a sacar todo y dar una buena limpieza.
Al despertar mi amiga le conté todo, ella se quedó asombrada, pues tenía una buena relación con su suegra.
Se me quedó mirando y me dijo, –¿Qué me diste a tomar? Me sentó de maravilla, es como si me hubieran devuelto las fuerzas.
–yo no te di nada, solo una tila, estabas muy débil.
Flora se sentó junto a Mercy y le dijo:
Estás enferma por causa de las fuertes energías que llevaste a tu casa, hay que botar, o llevar a alguna iglesia todo lo que pertenecía a tu suegra.
Para que la energía positiva inunde tu casa, debes atraerla y darle una buena bienvenida. Te recomiendo colocar un espejo, flores y colores neutros en el recibidor. Y de ser posible crea un «sendero» por donde las personas y la energía puedan circular desde la entrada hasta el corazón de tu hogar.
En todos los objetos se mueven energías, a veces claras y otras oscuras.
Para equilibrar estas fuerzas, es necesario tomar en cuenta algunos consejos que deben ser aplicados en la casa (y en especial en la habitación de la pareja)
Mercy durmió en mi casa, Flora le dijo que no regresara a la de ella.
Antes de dormir le di una tila, parecía una nueva persona, su cara había recuperado el color, estaba como siempre radiante y risueña.
Al amanecer ya estaba Flora en casa, llegó con su amplia bata blanca, un cuenco metálico y una jaba llena de hierbas que desprendían múltiples aromas, ella tiene sembradas en su patio todo tipo de plantas medicinales y aromáticas.
Entramos a casa de Mercy, el fuerte olor era más penetrante aún que el día anterior.
La energía acumulada en objetos nos influye
Rápidamente abrí todas las ventanas, Flora por su parte se dirigió a la cocina y puso a hervir algunas plantas, el aroma inundó todo rápido.
Con el cuenco metálico Flora comenzó a dar pequeñas campanadas en todos los rincones, dijo que para elevar las vibraciones y vaciar las habitaciones de energías negativas.
Nos transformamos en un tornado limpiando todo,
repasamos un cajón tras otro, y un armario tras otro, arreglando lo que estaba estropeado, lo que no tenía arreglo lo tiramos. No paramos hasta que todo estuvo en orden como acostumbraba tenerlo mi amiga Mercy.
Tiramos más de tres bolsas grandes de basura llenas de objetos innecesarios. Me sorprendió que Mercy hubiera tenido espacio suficiente para todo lo que había acumulado.
Ella nos dijo que había sido su esposo, él hacía viajes a la casa trayendo cosas que no quería botar en casa de su madre. Todo quedó reluciente, nuestra amiga parecía la misma de siempre, activa, alegre risueña.
Flora la miró seria y le dijo: Estate atenta, tu suegra era de una personalidad muy fuerte, cada cosa que ella dejó va a estar impregnada con su espíritu, y tu eres de naturaleza receptiva, te puede afectar mucho.
Nos marchamos Flora y yo y dejamos a Mercy preparando almuerzo, su esposo llegaba en la tarde del Pueblito.
Mientras caminábamos Flora me comentó: Mary esto no ha acabado, Mercy va a tener que ser fuerte con su marido respecto a las cosas que eran de su madre, estate atenta y me cuentas como va todo.
Cae la tarde, enfrascada en disfrutar de mi jardín, envuelta en el aroma de mis flores y la calidez de la brisa pienso en lo que aconteció con Mercy, va a ser difícil para ella convencer a su esposo Lázaro de botar las cosas que pertenecían a su madre.
Ensimismada en mis pensamientos no veo llegar a Flora
–Mija estás muy distraída, ni me viste entrar; me dice mientras me da unas pequeñas bolsitas con plantas.
–Toma, siembralas a la orilla de la cerca, espantan las malas vibras.
Son de Verbena, Mejorana, Ruda, Abrecaminos, Lavanda , Albahaca y Rompezaragüey
–Vine a traerte las plantas y a decirte que me encontré con Mercy, la noté demacrada y decaída, no has ido a verla desde que limpiamos su casa hace tres días.
Miré a Flora, su cara denotaba preocupación…
Si fui el mismo día a llevarle una tila, solo que no me vio, ella y Lázaro estaban discutiendo sobre vender la casa, opté por irme sin decir nada.
Siempre debemos estar atentas a si las energías en nuestros hogares es alta o baja
Regresé al otro día y Lázaro me abrió, tenía muy mala pinta, no me dejó entrar, con la puerta entornada me dijo que Mercy estaba dormida y me cerró la puerta en la cara.
–Algo no anda bien, vamos ahora a su casa, me dijo Flora visiblemente preocupada.
Me quité el delantal y cruzamos la verja que separa las dos casas. La puerta esta entornada, tocamos suavemente, nadie respondió y entramos. En la sala había varias maletas, se oía a Mercy sollozar en el cuarto.
Nos acercamos a la puerta, estaba cerrada, tocamos, Mercy nos abrió. Se echó en mis brazos toda llorosa.
–¿Que sucede amiga, que te pasa? Ella me dijo llorando que su esposo quería que se fueran a vivir a la antigua casa de su madre, y ésta, su casa donde habían vivido por tantos años, la quería vender.
En eso llegó Lázaro, se veía ojeroso, cansado, y estaba completamente cambiado, no parecía el mismo hombre jaranero, que siempre nos hacía reír con sus bromas.
Nos miró serio sin saludar y se dirigió a Mercy;
–¿Estás lista? Vámonos, dijo en tono seco y cortante. Mercy nos miró con resignación, nos abrazó y dijo que nos llamaría.
Al abrazarme me puso en el bolsillo las llaves de la casa y una nota.
Flora y yo llegamos a mi casa, al entrar Flora me dijo:
Mary esto no pinta bien, Lázaro me dio escalofríos, no parece la misma persona, algo anda muy mal con él. La miré pensativa, a mí también se me erizó la piel cuando Lázaro entró en la casa, su aspecto desgarbado, sin afeitar, su actitud hosca me dejó consternada, él siempre fue muy presumido y cuidadoso de su aspecto.
Le mostré a Flora la llave de la casa, y la nota, ella me dijo, leela a ver que dice.
En la nota Mercy me decía que su esposo estaba cambiado, que no había dormido casi, que ella se despertó a las 3 de la madrugada y él estaba sentado en la cama, pálido, con la cabeza entre las manos y llorando, al acercarse ella para abrazarlo el la rechazó, y ahora quería que se fueran a vivir a casa de la madre, ella no sabía que hacer para ayudarlo con su dolor y se iba con él, pero que ella no iba a vender su casa.
Flora y yo nos pusimos a sembrar las plantas en silencio, yo pensaba en mi amiga de toda la vida, ella amaba su casa. Flora me miró y comentó:
La energía acumulada en objetos de personas fallecidas nos influye
–Tienes mucha razón para estar preocupada por Mercy, esto está solo comenzando, si te llama, trata de convencerla de no pasar mucho tiempo en casa de su finada suegra, dile que se prepare infusiones de Verbena y tú tómalas también, es muy buena para subir el ánimo, en cuanto te llame me dices como está.
Ya ha pasado un tiempo desde que Mercy se fue a casa de su fallecida suegra, me llama a veces y la noto muy decaída, espero que regrese pronto, les comentaré como va.