Batiente mar
que nunca te serenas
siento tu pasión
arrancándole mordiscos
a la vida,
llevándote las arenas
de otros tiempos
a tus aguas rotas
por silencios remotos.
Amanecer que se esconde
en mí ceñido pecho;
lucero frío de la mañana no alumbres
ya mi sombra.
Silencio: El desencanto
se ha clavado aquí muy dentro
¿Dónde puedo hallar consuelo?
Resto de aliento sin boca
cadáver
del suspiro que acecha;
ese temor detrás de mi espalda
lacerando las heridas
acumuladas…
y ese mar de olas mágicas lamiéndome
las cicatrices, sanándolas.
Maricel 09/09/2019