No conoces el clamor
que llevas dentro
escondido en la esperanza,
no sabes que vives fragmentada
en ti, en todos.
Te atraviesa una daga
de tristezas blandas,
angustias atadas en
las distancias que corroen
y no sabes cómo ser libre,
no sabes.
Hay días que el mundo
parece muy grande y tan alto,
un mundo perdido
en un tiempo sin orillas,
mundo de paredes que no
tienen puertas.
Un mundo sin ventanas
donde el techo son las
sombras que se escurren,
atadas a los desiertos
que arrastramos.
Mundo de calvarios desolados,
de voces clausuradas,
están tan fríos tus bordes.
Maricel 07/01/2019