Un poema para mi esposo, el equilibra mi oscuridad:
Me asomé al acantilado, quise retroceder,
pero vi tus ojos en el fondo y salté…
…en ellos, encontré amaneceres callados,
húmedos del rocío,
en sus reflejos, encontré sueños, utopías,
atado a tus ojos vive el tiempo,
nuestro tiempo desnudo de muros,
en ellos nuestras almas se miran,
y se reconocen de otras vidas,
donde fueron atadas juntas al hilo del destino.
Nosotros ocurrimos mucho antes de vivir…
…siempre estaré allí, en la puerta que abrí,
para ti en mi alma.
Maricel 08/12/2018