Inundando mi alma, tus letras, tu pasión.
Existimos en un mismo latido.
Solos, al amparo de la luz
de nuestras pupilas,
dilatadas al vaivén de los susurros
rasgados de una vieja guitarra.
El viento cómplice
que levanta mi vestido
en anheladas cercanías
y solo sonreímos,
atrapados en nuestro aliento…
Y por un momento nos vi eternizados,
en el reflejo, en tus ojos.
Maricel 07/03/2019