Remodelando un viejo apartamento
Mezcla con armonía muebles clásicos y rústicos e industriales, maravillosa terminación que encanta
Después de vivir una temporada en los Estados Unidos, la familia, una pareja con dos hijas pequeñas, regresó a Brasil y remodeló su viejo apartamento en una de las calles más arboladas de Jardins, en São Paulo.
Apasionados por los diferentes estilos, los propietarios conquistaron espacios con un ambiente absolutamente ecléctico, armonizado por el proyecto.
Bajo un mismo techo conviven muebles clásicos con diseño moderno, elementos con aire industrial y materiales rústicos, como los ladrillos en las paredes y la madera de demolición en estanterías y bancos.
Es precisamente esta mezcla la que hace que la decoración sea tan rica e interesante.
Sin duda, el hecho de que el inmueble, de la década de los 70, no sufriera reformas importantes antes de ser adquirido por la familia facilitó las tareas.
La arquitectura era generosa, la iluminación natural era abundante, pero los ambientes estaban compartimentados, inadecuados para la vida contemporánea de padres e hijas.
Para integrar el ala social
con comedor, sala, cocina y barra, se demolió el antiguo corredor. El salón, por su parte, cuenta con paredes grises y suelo de madera de cumaru, que refuerzan la unión entre los espacios.
En la entrada del apartamento, la pared de ladrillos forma un telón de fondo para el comedor, mientras que el juego de mesa y sillas está marcado por dos llamativos candelabros.
Para darle un toque moderno, las sillas cabecero tienen un asiento de tela estampada.
Inspirada en las antiguas casas europeas, la pared de la cabecera del dormitorio de los esposos está ornamentada con un mosaico de piedras naturales.
Los colgantes industriales y las puertas de armario con espejos crean un contrapunto en el entorno.
El baño, por otro lado, es un verdadero spa privado, equipado con un jacuzzi de madera y ducha de piso a techo, capaz de transformar el baño en una sauna.
Remodelando un viejo apartamento, maravilloso el resultado.
El papel pintado con estampado geométrico, en suaves tonos grises y marrones, se complementa con un revestimiento de madera en la habitación de las hermanas.
Elementos lúdicos, como las camas en forma de casas, y coloridos, representados por los hilos de luz rosa y la alfombra geométrica verde, alegran el ambiente.
La sala de juguetes se transforma en una habitación de invitados gracias a la cama empotrada en la madera.
Para permitir que los invitados circulen, el banco de estudio se puede retraer. Las cajas con ruedas dejan los juguetes a mano para las horas de ocio de las niñas.
Fuente Bruno Moraes Arquitectura