Para mí la primavera tiene un encanto especial, desde pequeña saltaba de alegría cuando comenzaban las lluvias primaverales, amaba los aguaceros, me bañaba en cuantos podía y créanme que eran muchos, mi padre me mimaba, ojo me mimaba pero no me sobreprotegía, el me dejaba jugar libre, a mi voluntad…casi siempre.
Recuerdo un día que estábamos de visita en casa de una prima hermana de mi padre llamada Susana Peña, era una tarde nublada de principios de junio, algo calurosa, y mientras los mayores conversaban y tomaban el café, como era costumbre en cada hogar y a cualquier hora, mis primos y yo jugábamos tratándo de agarrar algunas ciruelas de una mata que había en el patio, pero no lográbamos darle alcance, estaban muy altas.
Yo quería a toda costa aquellas ciruelas tan rojitas y jugosas, pues ni corta ni perezosa me trepé a la mata, con la mala suerte que se parte una rama y caigo encima de un tanque en el que había un panal de abejas… ¿Qué creen que pasó? Aquel enjambre me envolvió como una manta, yo salí como un bólido corriendo y mi papa y demás parientes detrás, ¿saben cómo logré escapar de las abejas que me estaban masacrando?
Pues un tremendo aguacero que empezó a caer de repente, como si la primavera completa pusiera su fuerza en aquella agua que caía, jamás olvidaré ese día, eran tantos los picazos, tenía aguijones por todos lados, y como ardían, pero la lluvia me alivió, mi papa me llevó al médico porque estaba un poco inflamada, me dieron algo por si hacia alergia a los picazos de abeja, pero no fue el caso, al otro día ya estaba bien y correteando.
Todas las estaciones tienen su encanto, pero para mí la primavera es especial, aquí les comparto mi poema para celebrar la primavera:
Primavera ya desgranas cada gramo de amor que hay en mi alma
llenando de ilusiones mis cálidas mañanas,
tu olor tu calma toda, irradian esperanzas
que anidan en cada rosa marcada con tus alas,
te amo primavera, alegras siempre todo,
arropas mi tristeza llenándola de ganas.
Estaba en mi ventana mirando primavera
que vas tiñendo de verde las praderas,
derramas alegrías, esparces la belleza,
mi espíritu se anima mirando tu grandeza,
mi linda primavera, despiertas mis instintos,
descubres mis bravezas,
mi piel se eriza toda si siente que la besas.
Mis días están quietos, no quedan ya las sombras,
no existe más el frio, tu luz lo llena todo anulando aquel hastío,
ya lavas con tus aguas la suciedad que deja aquel invierno amargo,
volviste primavera llenando aquel vacío.
Volviste primavera cargada de promesas,
me sacas los demonios, me calmas, me acaricias,
llenando mis ausencias, tus cálidos abrazos me endulzan la existencia,
tu calor me llena toda, mi linda primavera,
no encuentro las palabras que expresen mi emoción
no entiendes de tristezas, ni de lágrimas amargas,
aquí ya estás de nuevo, sanando el corazón.
Los valles se engalanan vistiéndose de flores, los ríos corren libres,
ya nada te detiene hermosa primavera,
los árboles se mesen bañados con tu llanto, un llanto de alegría,
que borra aquel quebranto que deja la sequía,
sequía brava y triste poblada de miserias, tu mundo ya no existe.
Es muy temprano, aún no amanece y la primavera esbelta,
bailando cual mozuela, recorre cada espacio,
lo llena, lo engalana, lo viste para fiestas que alegran las mañanas,
volviste primavera trayéndome ilusiones, y muchas esperanzas.