En la brisa se escucha un clamor,
se escucha la voz del miedo atrapado,
agarrotado por muchos años,
el sigilo congeló los miedos en el pecho,
es difícil entibiarlos,
descongelando todo el terror
acumulado durante tanto tiempo,
mi gente sufre, sufrimos tantas cosas,
tantas carencias, y cuando dejamos nuestra tierra,
nos vamos felices, pensamos ¨al fin ya somos libres¨
pero les confieso que en mi caso
y me atrevo a decir que en el de casi todos los cubanos,
nos quedamos presos de ti, Cuba,
de tus tristezas, del dolor de tu gente,
del olor del barrio, del sueño de verte libre del comunismo,
prospera, sin tiranos, ni una cúpula corrupta
y llena de perversiones, como esta que te gobierna,
los cubanos estamos marcados por un sino de tristeza,
de falta de ti, mi bella y encadenada isla…
…a veces sonrío dulcemente evocándote,
más pronto se vuelve salada, con mis lagrimas
extrañándote.