Nieve atrapada en los ojos
pariendo lágrimas escarchadas,
rocíos que bañan páramos añejos
habitados por manantiales amargos,
sonrisas que no logran sonreír.
Mundo suspendido sobre el tiempo,
congelado, enajenado de absurdidades,
donde se perdió el límite entre la realidad
y el abismo, donde las angustias destilan miedo,
perpetuando dolores sin esperanzas…
…y el reloj implacable avanzando,
crujiendo huesos, presos de fantasmas,
que duermen su eternidad de almas frías,
dueños absolutos de esperanzas no nacidas,
y que siguen corroyendo corazones
y encarcelando mentes en vacíos sin fondos…
…la resignación, el recelo, escapar,
siempre han sido la alternativa.
Maricel 18/12/2018