Una niebla interna
despliega velos oscuros
en las pupilas,
y nos impide ver
la belleza que nos rodea,
velos oscuros que
ocultan los ardientes ocasos
cargados de silencios,
que nos colman de nostalgias,
y nos sumergen en la tristeza
si van acompañados de ausencias.
Velos oscuros
autoimpuestos por añejas rutinas
de ver lo que queremos…
y muchos solo miramos
hasta la punta de nuestra nariz.
Te extraño tanto mi niña bella, mi Gloria, cada hermosa foto que tomas y me haces llegar nos acerca un poquito…