Mi isla está cautiva, su mundo es el sigilo,
que habita en cada alma, se siente abandonada,
se está quedando sola, dañada y lastimada,
hay tantas cicatrices rompiendo sus entrañas,
lacerando su existencia, desgarrándola con saña.
Mi isla está cautiva dormida en la distancia,
esperando por sus hijos, que regresen a salvarla,
sus sueños los llevaron a perderse entre las aguas,
ya nunca regresaron, se fueron para siempre,
ahora, sin consuelo, vagan cuál fantasmas,
sumergidos en los mares que custodian nuestra isla
tan cansada, presa, sofocada…
Mi isla no fue siempre un alma lastimada,
ella era linda y suave, a todos cautivaba,
el viento acariciaba sus valles, sus montañas,
mi isla era libre, en ella florecía la vida, y hechizaba.
Los pájaros del bosque cantaban sus hazañas,
las frutas con su dulce a todos embrujaban,
mi isla era libre, su fuerza era cantada, ufana y cariñosa
a todos invitaba, bailaban y reían hasta la madrugada.
Llegaban desde lejos, de aquellas otras tierras
bañadas de desgracias, signadas de miserias,
y mi isla los cargaba, los mecía, los bañaba,
curaba sus heridas y ya nunca los dejaba.
Y muchos de esos hijos que mi isla adoptara
trajeron sus semillas, semillas magulladas,
que estando resentidas buscaban la venganza
y a todos acusaban de aquellas sus desgracias.
Mi isla esta cautiva, no puedo rescatarla
su alma esta ya presa mordida por la rabia,
el miedo la atenaza, y anula cada idea, la rompe
la amordaza, no sé cómo ayudarla.
Cautiva está mi isla, quisiera desatarla,
librarla para siempre de todas las desgracias
borrar ese silencio impregnado ya en su alma
verla reír de nuevo y danzar sobre las aguas.
Mi isla está cargada de historias mal contadas
De vidas arrancadas apenas comenzadas,
De héroes que murieron tratando de salvarla
de madres que reclaman por su alma desgarrada.
Mi isla está cautiva de almas embrujadas,
llegadas del infierno que anida en la venganza,
para ella no hay consuelo, está desesperada,
si tiempo ni esperanzas…
Maricel 04/01/2019