Hoy la soledad está ausente,
nubes espléndidas bailan tras la lluvia,
derramando sonrisas azules
sobre la brisa, despeinando
alegre mis cabellos,
hoy la soledad se fue de viaje,
escondida en un verso,
partió de prisa, no la vi salir,
estaba ocupada sonriéndole
al viento que danzaba en mi pelo,
se fue la soledad, se sentía triste,
abandonada, ausente de protagonismo
en mi mente adormecida,
besada por tibios rayos de sol, y ella,
la soledad marchitándose
sin la humedad de mis lágrimas,
huyó apurada,
buscando otras tristezas
que la irrigaran, para anidar en ellas…
… a veces la soledad regresa nostálgica,
me hace un mohín, Yo le sonrío,
le abro la puerta, coqueteo con ella,
y la dejo instalarse en un rinconcito,
allí, donde no duela,
y vuelvo a mis pensamientos,
llenos de sonrisas azules.
Maricel 25/11/2018