En los confines del alma
se escucha el silencio y eso asusta,
porque es en esa falta de voces
donde habitan los miedos
y se columpian los monstruos.
Es en esa mudez
donde se filtra la neblina
que plagia a la luna,
en ella quedan presos los sueños,
justo por allí se cuela la duda
y revuelve las entrañas
y afloja las piernas
y es entonces
que se adueña
el miedo del alma.
Maricel 02/07/2018
Mi piel dormida se diluye en tus huellas,
2 comentarios
Veo que tienes un blog en este medio. Leo este poema, y me ha encantado.
No sé cómo seguirte, salvo en google +. Ojalá y pueda leerte a menudo. Un abrazo
Ahh gracias Aldaba, me encanta que me visites, te escribo y te hago llegar mis usuarios en redes sociales.