Casa triste, enferma: Las casas, igual que los seres vivos, se enferman: los vínculos de las personas que viven allí, el orden, la limpieza, la ventilación, la iluminación, son todos factores que influyen en su “salud”; y en la nuestra.
Cuando yo era pequeña, después del fallecimiento de mi madre, en casa todo estaba mustio, como apagado, recuerdo que mis primos, que antes de morir mamá, pasaban muchas temporadas con nosotros, ya casi no nos visitaban, la tristeza estaba carcomiendo la vida de todos.
Y lo peor eran las peleas, mis hermanos peleaban mucho, todo el rato, y mi padre trabajaba todo el día, todo el tiempo, pienso que se refugiaba del dolor, en su trabajo.
Mi casa, que antes siempre brillara por la limpieza que mantenía mi madre, tan ordenada, se vio de repente llena de platos sin lavar, ropa tirada, polvo por todos lados, camas sin tender, desechos acumulados, cosas inutilizadas amontonadas en un rincón.
En un jardín bellísimo que cuidara con esmero mi madre, las plantas empezaron a marchitarse y no florecían.
Mi hermana, que es esa época tenía 15 años, siempre estaba por los rincones leyendo y fumando, no hacía la limpieza, no atinaba a nada, parecía perdida en su mundo imaginario.
Fue una época de total caos en nuestras vidas.
Hasta un día, recuerdo que fue en el primer aniversario del fallecimiento de mi madre, yo había pasado una noche de fiebres, y me desperté con algo helado que rozaba mi frente, era como estar soñando que mi madre me besaba, pero sus labios tan fríos, refrescaban el calor de la temperatura tan alta en mi cabeza.
Me levanté algo aturdida, serían las 6 horas de la mañana, y mi padre preparaba café, voltea a verme y me levanta en brazos, y para mi sorpresa, veo a mi hermana levantada, limpiando organizando todo.
Mi padre me miró y dijo:
—Tu hermana soñó que tu madre la regañaba, y que le dijo que la casa estaba muriendo, que tenía que curarla, que no podía volver a fumar, que la iba a estar observando de cerca.
Mi hermana miró a mi padre y dijo:
—Ella estaba ahí, ella me habló, yo no estaba dormida, ella dice que la casa está enferma a causa de la tristeza, que tenemos que reír y jugar como antes, que hay que tener todo en orden, muy limpio, y con flores, que vuelva a plantar las albahacas en el frente para que su olor llene todo, y que ella siempre va a estar cerca.
Desde ese día mi casa volvió a brillar, las puertas y ventanas se abrieron, y entró la luz llenando todo, mis primos regresaron y la risa retornó a alegrar cada rincón.
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2 comentarios
Me encantó tu Bloc felicidades
Hola, acabó de descubriros y estoy encantada
Tengo una casa en la Q cada vez estoy menos agusto,la casa está muy bien conservada , pero,tiempo mármol y azulejos en algunas zonas(paredes) duelos a dos colores ,me es imposible meterme en obras , necesito darle un cambio,sin gastar mucho,me podríais ayudar?