Ela estaba como de costumbre mirando por la ventana entornada y la ve llegar, la traen en un carro policial, sorprendida abre la puerta, contrario a su costumbre, no le gusta que sepan que lo ve todo.
Sabrina la ve y corre y la abraza sollozando…
Es una joven linda, tiene buen cuerpo, piernas largas y torneadas, pelo claro con rizos largos, grandes ojos color del tiempo, su piel blanca es casi transparente debido a que trabaja de noche en los bares.
Es una guerrera que ha pasado por mucho para ayudar a su madre enfema.
Sabrina comienza su relato diciéndole:
Hace unos meses conocí a un hombre muy raro, su presencia me perturbaba, sentía que me quedaba sin energía cuando se encontraba cerca de mí.
Era extrañamente atractivo, de mirada profunda que me hipnotizaba, había algo letárgico en aquel ser.
Y resultó ser dueño de varios antros en la ciudad y al verme se quedó sorprendido por mi belleza, me propuso ser bailarina en uno de sus mejores antros por una gran cantidad de dinero y la posibilidad de ir a la escuela.
Mi mente entró en una crisis moral y de dudas. Por una parte, hacer tratos con alguien así, me traería lo que más deseaba y por otra si me desviaba del camino podría terminar peor; pero tenía bien claros mis objetivos y lo haría como fuera, así que acepté.
No fue difícil, solo era bailar en la pasarela y atender a clientes borrachos deseosos de manosearme.
Antes de subir a la tarima pensaba en lo que lograría y cada vez que me toqueteaban me imaginaba en una gran oficina riéndome de esta etapa de mi vida que era algo horrible, pero tenía opción de escoger con quien me acostaba y por cuánto.
Así me pagué la escuela y la maestría… Conocí a mucha gente que me apoyó y me abrió puertas; pero también a otra que deseaba lo peor para mí; fue en una fiesta privada que conocí a un joven, su nombre Cael, me llamó la atención, le pregunté por su significado y el me dijo sonriendo…Cael se origina en las lenguas gaélicas y significa «delgado»… pasamos la noche hablando.
Me enamoré y el de mí, , demostró que era sincero y aceptaba mi trabajo al saber por qué lo hacía. Nuestro romance duró muchos meses y comenzamos a vivir juntos. Él estudiaba medicina y yo comencé la maestría.
Todas las noches me recogía al terminar el trabajo, se sentaba afuera junto al guardia de seguridad y esperaba pacientemente, esta noche el antro donde bailaba estaba a reventar, no había ni una sola mesa vacía y los clientes pedían uno tras otro “ticket”.
Esperaba terminar temprano al cumplir la cuota y sacar el extra para mí; pero pensé que tenía que aprovechar todo lo que pudiera, tenía que comenzar a pagar lo de mi tesis y el examen profesional, así que me apliqué y por la madrugada llegó un operativo de la policía que hizo que cerraran las puertas con los clientes adentro.
Mientras buscaban a alguien entre el gentío, se pudo escuchar que afuera sucedía una balacera que alertó a todos y se hizo el pánico en el lugar, la oleada de personas intentaba salir del local asustada, en tanto los de seguridad y el del sonido les decían que se calmaran que el verdadero peligro estaba afuera y si, se escuchaba como disparaban a diestra y siniestra.
Yo sentí un miedo enorme y comencé a gritar desesperada por todo ese infierno que estaba pasando. En ese momento me dirigí a los vestidores donde había una salida trasera. Entonces en el pasillo que llevaba al exterior vi la figura de un hombre que se me hizo familiar y era mi novio que me veía con cara de asombro, con un rostro pálido y asustado
Quise correr y abrazarlo y antes de que pudiera hacerlo caminó hacia la salida diciéndome que lo siguiera con sus manos, corrí… Al salir a la calle, vi a Cael parado en una esquina con su rostro triste y llamándome para que fuera con él, yo extrañada me dirigí a la esquina, cuando por fin llegué, me vi sola en un callejón obscuro y Cael no estaba por ningún lado y me asusté mucho.
Regreso tratando de encontrar a mi novio y vi que llegaron policías y ministeriales al sitio, reconocí de inmediato a unos que eran clientes habituales y aliados del patrón. Corrí con uno de ellos que era mi amigo, se sorprendió de verme ahí, me condujo a una camioneta para esperar que estuviera segura.
En la parte de enfrente del antro había unos coches balaceados y algunas personas muertas… Al caminar por entre los vidrios me di cuenta de algo que hizo que mi corazón temblara y casi al borde de la histeria, vi que el coche de Cael era uno de los baleados, al asomarme al interior lo vi con su cabeza echada hacia atrás toda abierta de un balazo, estaba completamente cubierto de sangre y eso fue la locura para mí.
Grité desesperada en tanto unos agentes intentaban sacarme de ahí. No podía entender lo que había pasado y estaba en shock, el agente me abrazó y saco de allí, me decía algo incomprensible que mi novio había sido uno de los primeros en morir, pero eso era imposible si recién lo acababa de ver…Ela le alcanza una taza de tila para tratar de calmarla, y lo ve allí parado cerca de ella, pálido sin entender que ha pasado, como si le preguntara que hacer.
Sabrina solloza, y sus pensamientos son terribles, – ¿Por qué Dios mío me pasan estas cosas a mí? ¿Qué te hice para merecer tanto castigo?