Si tú estás bien, todo está bien. 7 hábitos para ser más saludable y feliz.

Te has preguntado: ¿estás bien?

Muy a menudo nuestro día a día está cargado de situaciones estresantes. El trabajo, la familia, el dinero, las obligaciones; todo suele afectarnos. Si a eso le sumamos factores que pueden parecer estar fuera de nuestro control, como lo que hemos vivido el último año y medio, resultaría muy fácil sentirnos agobiadas en extremo.

Sin embargo, cuando nos sentimos bien, todo parece funcionar bien. Incluso es probable que conozcas personas con quienes siempre te gusta conversar, quedar, pasar el tiempo, porque te transmiten buena vibra, alegría, tranquilidad, paz, a veces es hasta difícil de entender cómo lo consiguen, verdad?

Pues eso es lo que se llama ser saludables y felices.

En un estudio de UCLA (University of California, Los Angeles), se comprobó que las personas que llevan una vida saludable viven más tiempo y son menos propensas a padecer enfermedades a lo largo de su vida. El estudio consistió en seguir a 7,000 personas saludables por 35 años. 

Estar sano está de moda. Las dietas, el deporte, los cuidados corporales, el verano… hacen de la salud algo que, de un modo u otro, acapara noticias, anuncios de televisión, artículos de revistas… Lo cierto es que debería ser algo más allá de la moda para convertirse en un hábito: vivir de forma saludable.

Mantener unos hábitos saludables y un estilo de vida repleto de bienestar está al alcance de cualquiera. Esto lo he aprendido en los últimos 2 años y medio, cuando decidí que tener más de 30 años, no tenía que ser señal de ir “cuesta abajo”, como muchas veces la sociedad se empeña que creamos.

Te propongo estos 7 hábitos que te llevarán a ser parte de ese grupo “saludable y feliz”:

1- Empieza bien el día.

Una música que te encante para arrancar la mañana y quitar la pereza siempre funciona.

Toma un buen desayuno. Es lo primero que darás a tu cuerpo en el día; dedícale amor. Recuerda aquello de: Desayuna como un Rey…..

Lee, medita o realiza alguna actividad que estimule tu mente. Es ella quién te dirá cómo sentirte.

2- Planifica tu día, tu semana, tu mes, tu año, tu vida.

No seas una obsesiva de los planes y las metas, pero “si no sabemos a dónde vamos, ¡ya hemos llegado!”

Ten un proyecto de vida que te despierte ilusión, planifícate y ve a por ello.

Sueña cosas bonitas para tí y los tuyos. Las atraerás. 

3- Ve guapa por la vida

Vístete bien, péinate y maquíllate si te apetece. Si bien lo importante está dentro de nosotras, nuestro exterior es un reflejo de cómo nos encontramos. 

No nos sentiremos igual si estamos mal vestidas y desaliñadas, que si nos sentimos seguras de nuestra apariencia.

Mírate en el espejo y gústate. Si lo que ves te saca una sonrisa de satisfacción, ya lo tienes, si no es así, siéntete orgullosa de reconocerlo y trabaja para conseguirlo.

Cuando nos vemos al espejo no sólo apreciamos nuestra imagen, si no que emitimos pensamientos y sentimos emociones en relación a lo que vemos, por tanto, tenemos que gustarnos.

4- Tómate el tiempo que necesites pero evita ir con el tiempo justo.

En los últimos tiempos vamos a mil por horas, nos parece que siempre vamos tarde, que no nos alcanza el tiempo, que se nos pasa la vida “apagando fuegos” y sin hacer nada.

Haz un stop cuando lo necesites. Si te sientes así detente, respira, tómate 5 minutos, escucha una canción o un audio que te guste, o simplemente pon la mente en blanco.

5- Sé la mejor versión de ti misma.

Suena a cliché verdad?, pero los clichés lo son por algo.

No hay que centrarse en ser perfectas, con sólo ser una mejor versión de la que hemos sido el día antes, ya vamos bien.

Pasa tiempo con tu familia, amigas. Rodéate de gente que te aporte cosas positivas y que te haga querer ser mejor cada día.

Enamórate del ejercicio, porque hacer cosas que disfrutamos y que nos gustan es mucho más fácil que vivir todos los días sufriendo porque lo tienes que hacer. Haz el ejercicio que prefieras, pero disfrútalo. Entre las endorfinas y la fuerza, te vas a sentir como nunca.

Duerme mínimo siete horas al día. Nadie tiene súper poderes, el cuerpo necesita descansar, relajarse y recuperarse.

6- Confía en tí y busca ayuda cuando sea necesario.

Eres capaz de todo lo que te propongas. Confía en tus capacidades para resolver las situaciones que se te vayan presentando durante el día. 

Busca ayuda cuando la necesites, no tienes que hacerlo todo tú sola. Poder contar con alguien que te enseñe, te ayude, te guíe y te motive, es una forma inteligente de ser saludables y felices.

7- Sonríe a la vida. Celebra tus logros, por pequeños que sean.

Los más felices y saludables sonríen aunque no tengan motivo para hacerlo.

Si tienes pensamientos positivos puedes provocar que una sonrisa salga en tu rostro.

Los triunfos personales, casi sin excepción, nos llenan de felicidad. Date siempre el crédito que mereces.

 

Para terminar te propongo un ejercicio: Mira a tu pareja, a tus hijos, a tus padres, a tus amigos y empieza a sonreír incrementando poco a poco hasta llegar a carcajadas sin motivo alguno. El resultado te va a sorprender gratamente.

Por último, no olvides nunca: La vida es el regalo de más valor que tenemos y tu cuerpo es el único vehículo que tienes para recorrer tu camino por este trayecto. 

Cuídalo, cuídate, cuida de los tuyos.

Recuerda: Si tu estás bien, todo está bien!!!!

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